En una situación macroeconómica como la actual, donde se viven niveles de inflación históricos en muchas partes del mundo y con incertidumbre en diversos sectores -, “ahorrar” dejando tu dinero en el banco es la mejor manera de devaluarlo a mediano plazo. A raíz de esto, surge la pregunta: ¿Cuál será la mejor opción de inversión que proteja mi dinero?

Hay muchas alternativas según el perfil de riesgo del inversionista, y una de las más atractivas es la inversión en inmuebles en mercados en crecimiento. Y sí, esto es aún más rentable si lo que buscas es rentar la propiedad, ya que se disfrutan de 2 componentes para una mayor rentabilidad: plusvalía e ingresos por rentas.

Comprar un inmueble puede ser un proceso tortuoso si lo quieres es habitarla. Cada persona busca características especiales que satisfagan su estilo de vida y gustos específicos, lo que hace que la propiedad “ideal” sea un concepto subjetivo. Por otro lado, el comprar para rentar es un proceso más objetivo. Si bien se tiene que analizar el mercado en diversos factores: tasas de ocupación, plusvalías históricas, experiencia del desarrollador, valores de renta, etc., al final lo que se busca es un solo objetivo: la mayor rentabilidad con el menor riesgo posible.

Para enfocarnos en este objetivo existen  3 etapas de inversión en un desarrollo inmobiliario:

1)       La preventa sin construcción: es la etapa donde se hace el lanzamiento comercial de un proyecto inmobiliario, el desarrollador aún no inicia la construcción y premia a los clientes con los mejores precios por este “riesgo”. El nivel de riesgo dependerá en cierta manera de la experiencia y seriedad del desarrollador. Lo que se busca al invertir en esta etapa es obtener un precio bajo y disfrutar de la plusvalía del mercado hasta la fecha de entrega.

2)       La preventa con construcción: el desarrollador ya inició la obra y por tal, el riesgo disminuye. Los precios son más altos que en la primera etapa, pero siguen siendo competitivos. Se sigue teniendo plusvalía hasta la fecha de terminación del proyecto.          

3)       Postventa / Operación: el proyecto está terminado y la vivienda lista para entregar. El inversionista se libera de los riesgos de la preventa y puede poner a rentar su vivienda inmediatamente. Los precios son mayores que en preventa, pero hay menos riesgos.

Lo anterior nos permite analizar el comportamiento y resultado de la plusvalía antes de la entrega. Por otro lado, los ingresos por rentas empiezan una vez se entregue la vivienda y su eficiencia dependerá de una gestión adecuada de la administración de rentas y de las bondades de un mercado atractivo. En un mercado en crecimiento como Tulum, con la combinación de ambos componentes se puede llegar a obtener un rendimiento mayor al 20% anual.

En Xeiba by Mangrove, contamos con un esquema híbrido que le permite al inversionista ver resultados en ambos componentes desde la preventa, es decir, obtienes precios atractivos (mayor plusvalía) y recibes rentas durante toda la construcción. Además, contaremos con el servicio de administración de rentas que como inversionista te  permitirá despreocuparte por la gestión de arrendamiento de tu inmueble y obtener resultados desde donde radiques.

¡Ya estamos construyendo y entregamos este 2023!